Mario Rivera Izquierdo (Editor y fundador de Archivos de Medicina Universitaria)

 

¿Por qué una revista de estudiantes de Medicina para estudiantes de Medicina? ¿Acaso es algo novedoso o revolucionario? No, desde luego que no. En la actualidad existen multitud de revistas de ámbito estudiantil en numerosas facultades de Medicina por todo el mundo1. Podría preguntarse el lector, por tanto, qué necesidad hay de una nueva publicación estudiantil. Pues bien, esta revista nace de la profunda convicción que todos sus artífices tienen sobre su utilidad y su necesidad en el momento actual. La utilidad y la necesidad de disponer de un espacio donde los estudiantes puedan desarrollar su curiosidad, sus habilidades, su valor y sus conocimientos. Un espacio donde aquellos estudiantes enamorados de la Medicina puedan “jugar” con ella, puedan divertirse con ella, puedan ensayar y errar, puedan mejorar aprendiendo de sus compañeros, puedan dejar volar su imaginación y leer Medicina sin la presión de la evaluación y el expediente. Archivos de Medicina Universitaria es patrimonio de los estudiantes que quieren trabajar, que sueñan con la llegada de su oportunidad para demostrar su valía. Es lugar para aquellos estudiantes que no temen la crítica ajena, sino al contrario, que la valoran como herramienta que ha de templar su personalidad y su carácter. Es refugio para estudiantes que se mueven, que piensan sí, pero que piensan y actúan. La creación de Archivos de Medicina Universitaria es, por tanto, la forma en que reniego con todas mis fuerzas del pesimismo y de la idea infame de que tales estudiantes no pueblan las facultades de nuestro país. He tenido el privilegio de poder ser estudiante en dos fases diferentes de mi vida, y de poder afrontar ahora la carrera de Medicina con más madurez, más experiencia y mayor grado de formación académica. En esta nueva etapa de mi vida, he tenido la inmensa suerte de conocer a muchos de esos estudiantes, y de conocerlos como compañeros, como un estudiante más, y no desde la tarima o tras la mesa del despacho, donde el estudiante no suele mostrar su verdadera naturaleza sino que interpreta el papel del evaluado impenitente. Rehacer el camino de una carrera universitaria me ha permitido contemplar cuántos diamantes en bruto se ocultan entre las infinitas listas de alumnos de las facultades de Medicina. Me ha permitido comprobar de primera mano las ganas, la ilusión y las aptitudes que atesoran estos jóvenes, y maravillarme con sus ganas de aprender. Algún docente podría contestarme, no sin motivos, que apostaría a que la mayoría de sus alumnos celebrarían enardecidos una reducción de la materia a impartir, y que, en su opinión, sus alumnos no tienen ganas de aprender sino ganas de “sacarse la carrera”. No estoy en posición de cuestionar tal razonamiento, ni es mi intención en este Editorial. Ahora bien, he podido ver con mis propios ojos el infinito interés y la voluntad férrea que guían a muchos estudiantes cuando se  rata de aprender sin la presión de la evaluación, y cuando aprender se convierte en algo más personal, más libre y más creativo. La prueba de que estas impresiones no son fruto de una confianza excesiva o injustificada es esta revista. Confío en los estudiantes universitarios en general, y en los de Medicina en particular, no por candidez, sino porque me han dado motivos suficientes. Mi amigo y compañero Mario Rivera, en la labor de desarrollar la idea de Archivos de Medicina Universitaria y de editar su primer número, ha luchado conmigo desde el primer día. David Rodrigo ha sacrificado innumerables horas para poner a nuestro servicio sus habilidades como diseñador y maquetador, y fruto de su creatividad es la imagen y el diseño de Archivos de Medicina Universitaria. Muchos compañeros, que nos han hecho llegar tanto sus mensajes de ánimo como sus críticas, han conseguido que no olvidáramos en ningún momento los motivos y la finalidad con  la que nació esta revista. Cada uno de los autores que aparecen en este número ha confiado a ciegas en el proyecto, con una disposición y un esfuerzo sin los que esta publicación no podría haberse materializado jamás. En un tiempo en el que los estudiantes y recién licenciados de nuestro país son tratados como mercancía barata y exportados sin que nadie, salvo quien los echará de menos, se rasgue las vestiduras y ponga fin a tan lamentable situación, Archivos de Medicina Universitaria es, tanto un voto de confianza, como un reconocimiento sincero al estudiante de Medicina de hoy.

 

Si hay algo que el estudiante de Medicina de la época actual desee y requiera dominar y, en términos generales ignore, esto es la Publicación Biomédica. Llámese aspiración por enriquecer el currículum, interés y atracción por la investigación, afán por aprender cosas nuevas, vocación por el mundo del descubrimiento y la experimentación, anhelo por explotar uno de los ámbitos más productivos de la Medicina como es el laboratorio o, simplemente, necesidad de dar un paso hacia lo que cada día es más ineludible en el mundo de la Medicina y las ciencias biológicas. En cualquiera de dichos casos, la Investigación se presenta como un medio para varios fines; un medio que puede y debe hacer del médico de hoy un profesional más versátil, más adaptado a su tiempo y con una mayor capacidad de actuación en el mundo del conocimiento, de la terapéutica y de la ayuda al paciente y a la sociedad en su conjunto. Sin embargo, como todo gran campo de la ciencia, la Investigación Biomédica parte de una estructura unificada y unos estándares globales e internacionalmente aceptados por la Comunidad Científica, que todo profesional debe conocer y asumir. Así pues, para poder formar parte activa de este mundo, y cumplir con el método científico, es necesario llevar a cabo trabajos sistematizados y, lo que es más importante, trasmitirlos al mundo en forma de una publicación. Las revistas científicas, de esta manera, se ofrecen como el sustrato sobre el que plasmar estos conocimientos y difundirlos. Sin embargo, el colectivo estudiantil, en términos generales, no conoce ni ensaya los requerimientos que dichas revistas necesitan para que un trabajo sea publicado. Así, muchas motivaciones, posibles investigadores en potencia y futuros proyectos de investigación caen en el apocamiento y en el olvido presa del desconocimiento, la falta de práctica e información, y el miedo al fracaso. Parece, pues, vital para el estudiante de Medicina, hacerse partícipe del Método Científico y conocer los distintos factores que envuelven al mundo de la Publicación Biomédica y de la Investigación en general, pudiendo estos conocimientos constituir la llave para la formación de estudiantes sin frenos, con la iniciativa por bandera, y con las vías necesarias para desarrollar todo aquello que su mente dicte como apropiado y provechoso. Es por dicho motivo, que con Archivos de Medicina Universitaria, pretendemos crear un medio para que todo espíritu llamado por esta necesidad (incluidos los propios fundadores de esta revista), tengamos la oportunidad de aprender; aprender a publicar, aprender a escribir, aprender a investigar, aprender a dar rienda suelta a nuestros proyectos e intereses intelectuales. Del mismo modo, queremos poner nuestro granito de arena en la búsqueda por crear un nexo entre los distintos estudiantes de Medicina de la misma facultad y, por qué no, de diferentes facultades, constituyendo con esta revista un vínculo, una alianza de personas inquietas que comparten deseos y destinos, y que a través del folio de papel muestran sus progresos, sus iniciativas, sus trabajos. Prodigioso sería si, con el paso del tiempo, Archivos de Medicina Universitaria se constituye no solo como una ayuda y motivación para el estudiante, sino también como una conexión entre el alumnado y el profesorado, un lugar donde compartir experiencias y consejos, un proyecto que pueda ser aprovechado al máximo por todos sus integrantes. Un proyecto sin camino fijo ni señales marcadas, un proyecto en el que cualquiera se pueda involucrar, sin importancia de sus intereses o su procedencia, de su edad o expediente, de sus ideas o amistades, en el que solo la ilusión, el trabajo y las ganas de mejorar y aprender sirvan de espada para abrirse camino entre la batalla contra la desidia y la apatía. Un proyecto que va guiado sin afán de lucro, y que responde al noble ideal del resurgimiento espiritual de la Medicina en el colectivo estudiantil, y que tiene a sus espaldas un trabajo y una colaboración que ni los cálculos más halagüeños pudieron prever. Vivimos en un mundo rebosante de posibilidades, y estamos plagados de motivaciones, necesidades y proyectos que no saben cómo ver la luz. Esta revista puede ser un primer paso para resolver ese “cómo”, estimulando la curiosidad, promoviendo el aprendizaje y favoreciendo las iniciativas. Porque ser estudiante de Medicina, siempre ha sido y siempre será algo más que estudiar Medicina.

 

Referencias

1 Cabrera-Samith I, Oróstegui-Pinilla D, Ángulo-Bazán Y, Mayta-Tristán P, Rodríguez-Morales AJ. Revistas científicas de estudiantes de medicina en Latinoamérica. Rev Med Chile. 2010; 138: 1451-55.

 


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